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Migración, Cambio climático y Agenda 2030 (II) 1,2,6,10,11, 13, 16

por | Abr 4, 2022 | Gente, Partners, Paz, People, Planeta | 0 Comentarios

Migración, Cambio climático y Agenda 2030 (II)

Aplicación de los compromisos relacionados con la migración y el cambio climático de la Agenda 2030

 Francis Amponsah

(Candidato a doctor-investigador)

Universidad de Radboud, Nijmegen,

Países Bajos Departamento de Geografía,

Planificación y Medio Ambiente

 

La migración medioambiental en los ODS

En la actualidad, el número de personas desplazadas por catástrofes naturales relacionadas con el clima es dos veces mayor que el de los conflictos y la violencia.    Diversos datos sugieren que la migración -tanto interna como transfronteriza- se espera que aumente dado el impacto del cambio climático en los medios de vida. La mudanza podría ser, para muchos, la única estrategia de adaptación practicable a la luz de los impactos sin precedentes en las vidas y los medios de subsistencia de quienes dependen de los recursos naturales, incluyendo tanto la tierra como el agua.

El tema de las migraciones medioambientales ha ganado mucha atención en los últimos años debido a su inclusión en los debates medioambientales, sobre todo en las discusiones sobre el cambio climático relativas a la justicia climática y las pérdidas y daños. El Primer Informe de Evaluación (1990 AR1) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático fue clave para dar visibilidad a la dimensión de la movilidad en el debate sobre el cambio climático. A la vez que reconocía la complejidad de las decisiones migratorias, el más reciente quinto informe de evaluación (AR5 de 2015) destacaba aún más los impactos del cambio climático -especialmente de las variaciones de los extremos climáticos- en las diversas tendencias de la movilidad humana y subrayaba el vínculo entre los impactos del cambio climático en las vidas y los medios de subsistencia y la migración. El Acuerdo de París de 201510 supuso un punto de inflexión en el tema, ya que reconoció oficialmente la migración como una de las consecuencias y respuestas al cambio climático.

Además, la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, adoptada en 2016, es el primer texto internacional importante sobre migración que reconoce la importancia del nexo MECC. La Declaración se refiere a las dos dimensiones de MECC: (a) la migración debida al cambio medioambiental y/o climático; y (b) el cambio medioambiental debido a la migración. La Declaración es un paso clave para que la política migratoria empiece a incorporar los retos climáticos y medioambientales.

Los factores ambientales reconfiguran la movilidad humana a través de diferentes tiempos, espacios y con diversas escalas. Los sucesos de aparición rápida desencadenan la migración como mecanismo para salvar vidas y suelen dar lugar a desplazamientos internos y temporales repentinos, aunque los estudios señalan cada vez más el riesgo de desplazamientos prolongados. Los acontecimientos de evolución lenta como resultado de la progresiva degradación del medio ambiente y el cambio climático pueden dar lugar a una migración medioambiental y climática permanente y regional a más largo plazo.

La migración, por un lado, actúa como un indicador de la exposición en las zonas propensas al cambio medioambiental, lo que puede entenderse observando el porcentaje relativo de emigración desde las zonas afectadas y de inmigración a las mismas (principalmente en el entorno urbano). Por otro lado, la migración puede ser un indicador de resiliencia, ya que podría aumentar el acceso a las oportunidades de subsistencia de los hogares en riesgo y aumentar la diversidad de los recursos disponibles (incluidas las remesas de la diáspora). La migración como indicador de resiliencia también puede demostrarse a través del aumento del número de retornos espontáneos y sostenibles de los migrantes, frente al número de desplazados por catástrofes naturales, ya que eso indicaría que la comunidad ha desarrollado suficientemente su capacidad de adaptación a las catástrofes naturales (con opciones de medios de vida sostenibles disponibles para las poblaciones locales).

En el contexto de los cambios medioambientales globales, es crucial considerar los retos y las oportunidades que la migración puede plantear para lograr un desarrollo sostenible.

Los ODS ofrecen varios puntos de entrada para que los gobiernos aborden la migración medioambiental a través de lo siguiente:

(a) Poner fin a la pobreza aumentando la resiliencia de las poblaciones vulnerables a los fenómenos extremos en el marco del Objetivo 1;

(b) Lograr la seguridad alimentaria y promover la agricultura sostenible, así como reforzar la capacidad de adaptación a los cambios medioambientales en el marco del Objetivo 2;

(c) Reducir el número de personas que sufren escasez de agua en el marco del Objetivo 6;

(d) Promover la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas en el marco del Objetivo 10;

(e) Reducir el número de muertes y personas afectadas por los desastres a través de prácticas efectivas de RRD y fortalecer la planificación del desarrollo de ciudades y asentamientos resilientes en el marco del Objetivo 11; y

(f) Crear capacidad de adaptación frente al cambio climático e integrar las medidas relativas al cambio climático en las políticas del Objetivo 13.

Los servicios de gestión de la migración responden directamente a estas metas con los siguientes objetivos:

  • minimizar en la medida de lo posible las migraciones forzadas y no gestionadas debidas al cambio medioambiental y climático; (b) garantizar la asistencia y la protección de los afectados y buscar soluciones duraderas cuando se produzca la migración forzada; y (c) facilitar el papel de la migración como estrategia de adaptación al cambio climático. 16

Los dos primeros objetivos de la gestión de la migración medioambiental resuenan en varias metas, ya que pretenden proporcionar asistencia a las personas que se enfrentan al cambio medioambiental y facilitar la adaptación in situ. Por lo tanto, la incorporación de la migración en la RRD, la gestión de la tierra, el diseño urbano, el cambio climático y la gobernanza de otros recursos naturales es clave para que los gobiernos puedan alcanzar las metas de los ODS y avanzar en el camino hacia la sostenibilidad.

Además, la migración representa una respuesta de adaptación y una medida de RRD a los impactos del medio ambiente y del cambio climático. Puede ser un mecanismo de adaptación y una estrategia de supervivencia para los que se desplazan y también para los que se quedan. La migración también puede eliminar las presiones del medio ambiente y de los recursos locales, especialmente cuando el agotamiento de los recursos es un problema. Por lo tanto, facilitar planes de migración bien gestionados, que fomenten la resiliencia y ayuden a las personas a adaptarse al entorno cambiante, puede contribuir directamente al desarrollo sostenible. 17

En consonancia con los ODS, la migración puede desempeñar un papel importante en la gestión sostenible de los recursos naturales a través de lo siguiente

(a) Mejorar la comprensión de los riesgos relacionados con la degradación de los ecosistemas marinos, costeros y terrestres, el agotamiento de los recursos naturales y sus impactos en las comunidades locales y la movilidad humana;

(b) Identificar las comunidades vulnerables que viven en zonas de puntos calientes climáticos donde los recursos naturales están en riesgo, lo que conduce a la emigración, incluyendo las zonas bajo estrés hídrico o propensas a la desertificación;

(c) Informar y sensibilizar a los responsables políticos y a las comunidades para apoyar el desarrollo de políticas inclusivas en el ámbito transversal de la MECC; y

(d) Desarrollar proyectos y programas a nivel internacional, regional y nacional destinados a mejorar la gestión sostenible de los ecosistemas marinos, costeros y terrestres, así como su protección y rehabilitación, financiados con recursos de los migrantes (tanto financieros como humanos, internos y remesas de la diáspora).

 

Gobernanza migratoria «verde»

El propósito de esta sección es mostrar cómo el marco de los ODS puede proporcionar una brújula y ser un catalizador para «ecologizar la gobernanza de la migración» garantizando que las consideraciones medioambientales y el cambio climático se integren en las operaciones. La puesta en marcha y la aplicación de la gobernanza medioambiental -que incluye los convenios multilaterales acordados internacionalmente

que tienen como objetivo la protección del medio ambiente natural, como las Convenciones de Río, hasta las políticas y programas centrados en la gestión de la migración, pueden contribuir significativamente a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La gestión de la migración puede apoyar la aplicación de los ODS de dos maneras. En primer lugar, puede ser una estrategia eficaz de RRD, de creación de resiliencia y de adaptación. En segundo lugar, tiene el potencial de contribuir a los esfuerzos de mitigación a lo largo de todo el ciclo migratorio. La transición hacia un desarrollo sostenible con bajas emisiones de carbono requiere que los marcos operativos de la migración estén estrechamente coordinados con las metas de los ODS relacionadas con el medio ambiente durante todas las fases migratorias (antes, durante y después de que se produzca la migración).

Conclusión y recomendaciones

En la actualidad, la migración sigue estando poco integrada en el marco más amplio del desarrollo. Los ODS pueden responder a este reto gracias a la particular construcción del marco de los ODS, en el que múltiples objetivos y metas contribuyen a un propósito general.

El enfoque de la OIM sobre Migración, Medio Ambiente y Cambio Climático reúne las dos dimensiones de MECC. Por un lado, pide que se diseñen soluciones migratorias para salvar vidas y asegurar medios de vida sostenibles; por otro, que se creen incentivos para canalizar las inversiones de los migrantes y la diáspora hacia prácticas de gestión sostenible de los recursos naturales e iniciativas ecológicas.

Los gobiernos tienen la responsabilidad y también el poder de abordar los retos y aprovechar las oportunidades del nexo entre migración, medio ambiente y cambio climático en el contexto del marco de los ODS, al tiempo que buscan activamente alianzas con el sector privado y la sociedad civil.

Entre las recomendaciones específicas a la hora de diseñar políticas sobre MECC y ODS se encuentran las siguientes:

(a) Reconocer que el camino del desarrollo sostenible se ve desafiado por los actuales cambios medioambientales y climáticos globales y locales y sus impactos, que deben ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar los marcos de gobernanza de la migración, los programas y las actividades de gestión de la migración.

(b) Reconocer las contribuciones de los migrantes y la importancia de la migración para el desarrollo sostenible, ya que la migración puede reducir la vulnerabilidad a los peligros ambientales y disminuir el impacto de las crisis en el desarrollo a través de planes de migración bien diseñados, remesas y reubicación.

(c) Explorar y apoyar el potencial de la migración para el desarrollo, centrándose en la creación de resiliencia y el apoyo a la adaptación y la mitigación.

(d) Incluir disposiciones políticas para las poblaciones atrapadas más vulnerables que no pueden hacer uso de la migración como estrategia de afrontamiento o adaptación, en línea con el compromiso de «no dejar a nadie atrás».

(e) Tener en cuenta la migración medioambiental (incluida la climática) en la planificación del desarrollo nacional e incorporar medidas de respuesta proactiva en consecuencia.

(f) Garantizar que la gestión y la gobernanza de la migración puedan contribuir a la consecución de los objetivos de los ODS relacionados con el medio ambiente y diseñar proyectos con beneficios medioambientales y de mitigación positivos.

El futuro de la gobernanza de la migración dependerá de la forma en que los acuerdos intergubernamentales transversales existentes -como el Acuerdo de París de 2015 sobre el cambio climático, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la Agenda de Acción de Addis Abeba de 2015 y el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres de 2015- se pongan en marcha de forma verdaderamente sostenible y coordinada. La repercusión de los ODS dependerá del éxito de su integración en los distintos ámbitos políticos y del grado de coordinación de estos esfuerzos. El Objetivo 17, relativo a las alianzas mundiales, desempeñará un papel fundamental a la hora de tender puentes y armonizar los planes internacionales y nacionales para el desarrollo sostenible más allá de 2030.

La Organización Internacional para las Migraciones – Agencia de las Naciones Unidas para las Migraciones apoya que una gobernanza migratoria bien gestionada y proactiva beneficia a todos y puede contribuir significativamente a los esfuerzos de mitigación y adaptación. En función de respuestas políticas migratorias oportunas y bien diseñadas, la migración puede tener efectos positivos al aliviar las presiones de las capacidades locales para hacer frente al medio ambiente, desplegándola como una estrategia de adaptación, así como al hacer más ecológica la gobernanza de la migración y las actividades relacionadas para apoyar las medidas de mitigación.

Francis Amponsah

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