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Educar para la Agenda 2030: más allá del ODS 4. I ES

por | Feb 25, 2021 | Gente | 0 Comentarios

 

Educar para la Agenda 2030: más allá del ODS 4. I

Miguel Ángel Velasco cmf

Miembro del Equipo Claretiano ONU

Doctor en Pedagogía

1. Enfoque: 

 

La Agenda 2030 es un documento realmente revolucionario; presenta un nuevo ideal para el mundo futuro y una nueva forma de alcanzarlo. Podríamos elegir un nuevo título para la Agenda 2030 cambiando, un poco, el título del documento de Río+20 diciendo: «El mundo que queremos», añadiendo «No dejando a nadie atrás». A veces es posible que se entienda esta Agenda como una larga lista de objetivos y metas, pero es mucho más que eso. Este documento se elaboró de una manera nueva, situando en el centro los Derechos Humanos, considerando al mundo como un todo, y dando a cada país el protagonismo de su futuro. A veces, no es fácil entender el nuevo paradigma para comprender el mundo-humanidad que proporciona la Agenda 2030. Por ello, quiero tomar el ODS4, que presenta la educación a lo largo de la vida y se basa en valores, para instar a la creación de un plan que ponga esta Agenda como eje educativo; para niños, adolescentes, adultos, ONGs, Gobiernos, y partes interesadas.

 

2. Agenda 2030, en la corriente que busca el sentido del Desarrollo Sostenible. 

 

La Agenda 2030, aprobada por la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2015, representa un esfuerzo por recoger todos los logros más importantes de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible hasta 2015. El primer documento crucial fue el Informe Brundtland titulado «Nuestro futuro común» (1987). Después de este informe, se produjeron avances significativos en la Cumbre de la Tierra de Río «Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo» (1992), la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, «El futuro que queremos» (2012). Antes de Río+20, la Asamblea General de la ONU aprobó la «Declaración del Milenio» (2000). Si analizamos nada más que los títulos de estas tres cumbres, vemos una evolución, pero algunos conceptos están presentes en todos los documentos: futuro, común, medio ambiente, sostenible. Podemos detectar una progresiva clarificación sobre lo que significa el «Desarrollo Sostenible» analizando el contenido de estos documentos; pero no encontramos un «corpus» que explique la idea de forma coherente. Incluso si tomamos los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que son extraídos de «La Declaración del Milenio» pero no forman parte del documento aprobado por la Asamblea General de la ONU, vemos una colección de objetivos, pero no un corpus unitario que defina el Desarrollo Sostenible para nuestro mundo. 

 

La Agenda 2030 forma parte del proceso de clarificación del concepto de Desarrollo Sostenible, pero si comparamos la Agenda 2030 con los documentos anteriores, vemos un cambio cualitativo, no sólo cuantitativo. Es posible comparar los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) diciendo que hemos cambiado la claridad de los 8 ODM por la complejidad de los 17 ODS. Sin embargo, este tipo de análisis es muy simplista. ¿Por qué la Agenda 2030 es tan nueva? ¿Por qué la Agenda 2030 es tan revolucionaria?

3. La Agenda 2030: Un proceso diferente para lograr el Acuerdo

 

La ONU ha seguido elaborado siempre los borradores que se presentaban a la toma de decisión de los estados. Siguiendo un procedimiento que involucraba solo a los trabajadores y delegados de Naciones Unidas; sólo los diplomáticos y los funcionarios de la ONU trabajaban en él; éste fue el método habitual hasta la Agenda 2030. El proceso de la Agenda 2030 fue diferente. El mundo que rodeaba a la ONU era distinto al de 1945 y los coordinadores del proceso se dieron cuenta de que tenían que reinventar el procedimiento de la ONU para elaborar los borradores de documentos. Las ONGs como OXFAM, Greenpeace, WWF, y el movimiento libre por los Derechos Humanos, tuvieron una fuerte influencia en el Sistema de las Naciones Unidas; originaron cambios en las prioridades y los métodos de la ONU. La Cumbre de la Tierra fue quizás el punto de inflexión más crítico en las relaciones entre la ONU y las ONG; pero también los ecos de las ONG rodearon las reuniones de la organización del sistema Breton Woods. El mundo era diferente en cuanto a estrategias y relaciones internacionales; las sociedades más influyentes en el panorama internacional querían un papel diferente de la ONU en el mundo. La propaganda en torno a los ODM (Objetivos de Desarrollo del Milenio) tuvo una influencia significativa, sensibilizando a muchas personas en la concienciación sobre problemas globales. Incluso podemos encontrar razones para buscar nuevos métodos en los graves fracasos tenidos, como la Cumbre de Copenhague (2009). Todo contribuyó a que se viese la necesidad de idear nuevos métodos para un nuevo mundo global.

 

El cambio más crucial en el procedimiento fue abrir el debate a la sociedad civil. El Grupo de Trabajo Abierto, heredero de las conclusiones de Río+20, fue realmente “abierto”. El número de Estados interesados en participar en la elaboración del borrador del documento de continuación del acuerdo de 2000 (ODM) era mayor que el número de plazas decididas para la comisión de elaboración del documento. La solución fue crear pequeños equipos de coordinación para cada puesto en la comisión, mezclando miembros de los grupos tradicionales de la ONU formados por zonas del mundo o regiones económicas. Esta decisión de mezclar a personas de los diferentes grupos tradicionales de la ONU era importante porque era la forma de romper la visión del mundo Norte-Sur, Desarrollado-En Desarrollo; todos los países estaban en el mismo barco y al mismo nivel.

 

Los dos coordinadores de la comisión tuvieron más ideas innovadoras; quizá la más importante fue incluir a expertos de ONG, investigadores y universidades en sesiones de seminarios para estudiar diferentes asuntos como preparación a las sesiones de toma de decisiones. Los trabajos de la comisión se abrieron a la Sociedad Civil para integrar en el borrador del documento la opinión-sensibilidad “extra muros” de la ONU  y las mejores investigaciones de la ciencia de vanguardia, sobre cada uno de los asuntos.

 

Estos dos movimientos: la mezcla de países y la apertura de la Sociedad Civil cambiaron notablemente, los diálogos, las conclusiones, las estrategias para el futuro, y la recepción-compromiso de la Agenda 2030 por parte de los gobiernos y la sociedad. El documento final presentado y aprobado por la Asamblea General incluyó las propuestas de la Sociedad Civil, con los 17 ODS con las 169 metas. Estas inclusiones significaron avances realmente significativos respecto a los ODM 2000.

 

¿Qué características son las más innovadoras y trascendentales de la Agenda 2030? ¿Cuáles son las características de la Agenda 2030 que dan a este documento la virtualidad de convertirse en un horizonte común para transformar nuestro mundo en un lugar donde «nadie se quede atrás»? Lo explicaré en la segunda parte de este artículo.

 

Miguel Ángel Velasco cmf

Miembro del Equipo Claretiano ONU

Doctor en Pedagogía




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