Un sueño de Claret, realizándose en Cuba

Algo más que diálogo entre la fe y la cultura

Miguel Fernández Fariñas, cmf

Director del Centro.

Mirtha Clavería Palacios

Directora ejecutiva

El regreso de los misioneros claretianos a Santiago de Cuba se produce a mediados de la década de los 90 del pasado sigloxx. Ellos encontraron una ciudad deprimida, con grandes carencias materiales y espirituales, cuya población había vivido más de 30 años de ateísmo institucional y silencio religioso. En ese contexto, hace 22 años, los misioneros claretianos, PP. Faliero Bonci y Carlomán Molina, optaron por un difícil camino: el diálogo entre fe y cultura, con el propósito de contribuir en alguna medida a la reanimación de la ciudad.

Ellos pusieron en marcha el proyecto del Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret, una relectura de lo que fuera la Academia de San Miguel –concebida en Cuba y fundada en Madrid por San Antonio María Claret–, materializada en un proyecto misionero de nuevo tipo, acorde con los tiempos y la realidad específica de la sociedad y la cultura cubanas. Claret pretendió en el Siglo XIX entablar un verdadero diálogo entre las manifestaciones del arte y la cultura en general, con el Evangelio; a esto respondía la creación de la Academia de San Miguel, formada por intelectuales y artistas de la época. El enriquecimiento buscado por Claret, iba a ser mutuo: la cultura acogía los valores cristianos y el Evangelio se expresaba en los moldes, estilos y contenidos propios del Siglo XIX español. En Cuba, el diálogo se ha realizado mediante la apertura, la inclusión, la escucha, el servicio, la atención personalizada, el respeto y la presencia de los misioneros y el equipo del Centro Cultural en diferentes espacios culturales, académicos y científicos de la ciudad y el país.

Las principales acciones del Centro Cultural y de Animación Misionera

Del conjunto de acciones desplegadas por el Centro durante estos años, deseamos compartir algunas experiencias: la fundación de la revista Viña Joven el 16 de julio de 1999. Este fue el primer paso en el camino del diálogo. Su propósito: brindar un espacio de publicación a todos los escritores, artistas, especialistas y profesores, desde nuestra identidad como católicos claretianos, y al propio tiempo contribuir a divulgar materiales sobre el P. Claret, la familia claretiana y el magisterio de la Iglesia fundamentalmente. Hasta la fecha se han publicado 72 números con una frecuencia cuatrimestral.

Con el objetivo de nutrir la revista y ampliar su radio de acción, en el año 2003 se convocó el primer Concurso Literario Viña Joven; la ceremonia de la entrega de premios fue precisamente el 24 de octubre. Durante este tiempo se han convocado diversos géneros literarios (poesía, cuento, ensayo, artículo, testimonio y crónica) y se ha logrado una creciente participación de escritores no solo del país, sino también del extranjero. Particular relevancia tuvo el XVIII concurso (2020), dedicado al cultivo de la literatura para niños, donde participaron tanto adultos como niños en dos categorías de edad. En algunas de estas convocatorias el tema ha sido dirigido (la figura de José Martí, la figura de San Antonio María Claret, la Virgen de la Caridad del Cobre, la ciudad de Santiago de Cuba, los retos de la sociedad y la religión ante la pandemia de Covid-19), y en otras el tema ha sido libre. Siempre que ha sido posible, se ha invitado a los ganadores residentes fuera de la ciudad, para que estén presentes en la gala de premiación. El XX Concurso, convocado para el año 2022, será sobre poesía religiosa.

El Salón de Arte Religioso comenzó su camino en el año 2000. Los PP. Faliero y Carlomán eran conscientes de que en la sociedad se había instalado el desconocimiento del cristianismo, incluso como acontecimiento histórico-cultural, en las nuevas generaciones de artistas de la plástica, lo cual les impedía apreciar, comprender y emplear con profundidad la inmensa riqueza de códigos y símbolos que el cristianismo ha aportado a la Historia del Arte. 

Por consiguiente, la convocatoria tenía necesariamente que garantizar una formación mínima para que los artistas pudieran interpretar el texto bíblico a fin de plasmarlo en sus obras. Así se concibió y se llevó a cabo un taller diseñado especialmente para cada tema, en el que se les entregó la Biblia, se les enseñó a usarla y se impartió el tema convocado. Esta práctica se realizó entre los años 2000 y 2006 (o sea, para los primeros siete salones). El Sexto y el duodécimo Salones (2005 y 2011) tuvieron como tema “La Virgen de la Caridad de El Cobre, Patrona de Cuba”. Después el tema fue declarado Libre, salvo en el XIV (Año 2013): “Lo cristiano en la fe de los cubanos”, y en el XVII (Año 2016): “Ecología, Arte y Religión”. Todos los talleres para los artistas de la plástica fueron impartidos por el P. Emilio Gómez Jaramillo, CMF, excepto el del XVII Salón, cuyo taller fue impartido por el P. José María Vigil, CMF, en El Cobre.

La repercusión de las actividades del Centro en la sociedad cubana

El Centro goza de prestigio y reconocimiento entre las instituciones culturales y eclesiales de la ciudad de Santiago de Cuba, tres 22 años de una sistemática y coherente labor de inserción en el mundo de la cultura y la ciencia. A lo largo del tiempo, su alcance se ha ido extendiendo en toda Cuba. Prueba de ello son las respuestas nacionales e internacionales a los concursos literarios Viña Joven, y las respuestas nacionales a las convocatorias del Salón de Arte Religioso.

También avalan este reconocimiento las invitaciones que ha recibido el centro para exponer muestras de las obras del tesauro de la galería de arte San Antonio María Claret, por parte de instituciones civiles y eclesiales, a saber: el Museo Arquidiocesano  Mons. Adolfo Rodríguez Herrera de Camagüey, el Centro Diocesano de Formación y Promoción Laical “San Arnoldo Janssen” de Holguín, la parroquia maría Auxiliadora de Santiago de Cuba, la parroquia La Milagrosa  de Guantánamo, la iglesia de San José de La Maya, el Seminario Evangélico de Teología de Matanzas, la galería de arte Rodolfo Hernández Giro de La Maya y el Centro provincial de Artes Plásticas y Diseño de Santiago de Cuba, estas dos últimas instituciones culturales.

La voz de amigos del CCAM: dejando hablar a los artistas

“Para mí es un gran orgullo de todo corazón poder compartir unos días tan alegres con ustedes. Créanme que son parte de mi Familia, gracias por darme unos días tan alegres. Un saludo y un abrazo con mucho cariño para todos ustedes”. Marcel Molina, grabador cienfueguero. Exposición personal Desnudando el tiempo, 2014.

“Aquí estoy de nuevo con mi familia, de plácemes, en otra maravillosa jornada de arte, sensibilidad y belleza, por el futuro. ¡Gracias, muchas gracias a Marcel Molina, el expositor y a los claretianos!” Carlos René Aguilera, pintor. Exposición personal Desnudando el tiempo, 2014.

“Silencio, la divinidad habla”. Jesús Martínez León (Chuchi), artista de la fotografía matancero. Exposición fotográfica personal Notas al Paso, de Tomás Sánchez, 2016.

“Lo mejor del arte visual sucede en este lugar. Gracias a Janet [la curadora de la Galería Sana Antonio María Claret] y a la fe en el arte”. Mario Trenard, escultor santiaguero.

“Muchas gracias a este centro irradiador de cultura, tan necesaria en estos tiempos por la apertura que nos da para ilustrarnos aún más. Las conferencias nos han resituado en novedosas coordenadas de interpretación de la obra de arte. Esperamos se repita esta maravillosa experiencia de aprendizaje y unión. Gracias”. Dra.C. María Teresa Fleitas Monnar, Profesora Titular de Arte en la Universidad de Oriente. I Semana de Arte Sacro, 2019.

“Agradecida por tener la oportunidad de acercarnos a la Historia del Arte desde la perspectiva teológica y con tantos códigos y significantes para el aprendizaje. ¡Que se repita!”. MSc. Julieta Aguilera, especialista en Historia. Semana de Arte Sacro, 2019.

Santiago de Cuba, 17 de enero de 2022

Miguel Fernández Fariñas, cmf

Director del Centro.

Mirtha Clavería Palacios

Directora ejecutiva