Joaquín Béjar, Manuel Ogalla, Ana Estévez

Equipo Claretiano-Fátima- Zimbabwe

Karikoga significa en el idioma local «el que es pequeño y está solo». Este proyecto ofrece acompañamiento y apoyo a niños y niñas huérfanos por causa del VIH/SIDA o que se encuentran en una situación de grave vulnerabilidad, para garantizar su derecho a la educación y mejorar su desarrollo integral. 

Las Conferencias de S. Vicente de Paúl y los Misioneros Claretianos promueven karikoga desde hace 13 años. El proyecto apoya a las familias cubriendo, por un lado, gastos generados por la escolarización, concretamente matrículas, uniformes, material didáctico, útiles escolares, transporte, una comida; y, por otro, una formación, capacitación y asesoramiento en temas de seguridad, legalidad, salud y educación.  Se atiende alrededor de 200 menores.

2020-21 Irrupción de la pandemia

El curso empezó con retraso debido al confinamiento durante los meses de Enero y Febrero, por lo que ha afectado al Calendario escolar en todos los trimestres. 

No se han podido desarrollar todas las actividades previstas aunque se  realizaron las visitas a las familias durante los meses de enero y febrero, sobre todo este ultimo cuando se relajaron las medidas de confinamiento.  Se han realizado talleres con los Tutores Legales de los huérfanos, en cuatro áreas principales: LEGAL, SALUD, EDUCACIÓN Y SEGURIDAD, con una amplia participación por parte de los Tutores.

En estos talleres los voluntarios explican el Programa “Educacion Cambia Vidas”, de donde viene, cual es el objetivo principal y las actividades que se realizan, y lo que se espera de los tutores legales a nivel de seguridad, salud, educación y obtención de los papeles legales para niños y niñas que participan en el proyecto. Se han realizado realizado las reuniones habituales entre los voluntarios y el curso de formación permanente, para mejorar las habilidades y herramientas para la gestión del proyecto.to con los huérfanos.

Hay una preocupación importante por el acceso al derecho a la educación de niñas, especialmente huérfanas. Las niñas suelen quedarse en casa haciendo las tareas de la casa y cuidando de hermanos más pequeños. Aunque ha disminuido el número de casos de matrimonios infantiles, siguen dándose y se teme que puedan volver a aumentar. Las niñas huérfanas son muchas veces las que requieren un mayor seguimiento y cuidado, ya que sufren el abuso por no tener a sus padres, y sus tutores legales no son capaces de acompañarlas o no saben.

Las mujeres, dentro de las familias que cuidan a los huérfanos, que no tuvieron por distintas razones acceso a educación cuando eran niñas, miran con admiración y motivan más a las huérfanas, haciéndoles caer en la cuenta de la importancia de aprovechar esa oportunidad de acceder a la educación. Incluso algunas de ellas se han planteado retomar sus estudios de primaria o secundaria dentro de los Programas que ofrecen las escuelas de Primaria y Secundaria.

Joaquín Béjar, Manuel Ogalla, Ana Estévez

Equipo Claretiano-Fátima- Zimbabwe