La paz y reconciliación de los pueblos negros, indígenas y mestizos del Bajo Atrato chocoano ODS 16
Marcial Gamboa cmf
Parroquia Nuestra Señora del Carmen
Riosucio – Chocó
Los ríos y quebradas que habitamos los negros, indígenas y mestizos de la región del Bajo Atrato, son las afluentes de vida de nuestra madre tierra y comunidades, las cuales desde nuestra cosmovisión nos han guiado por décadas en una construcción permanente de la unidad, la paz, la convivencia, la vida y la reconciliación, en donde la diversidad de la raza, el sexo, la orientación sexual y la cultura son características que nos han acercado en riqueza y dialogo de saberes al reconocernos en un solo cuerpo y espíritu, que se entreteje en la cotidianidad del cultivar, pescar, danzar y cantar en solidaridad, tolerancia e igualdad.
Sin embargo, nuestra cosmovisión de vida no siempre ha sido respetada en el Bajo Atrato, puesto que en los últimos 25 años ha sido vulnerada por los colonos y grupos armados al margen de la ley, quienes han irrumpido en nuestras tierras, con el objetivo de saquear, exterminar y transformar la armonía ancestral de nuestros pueblos negros, mestizos e indígenas en dolor, miedo y tristeza, explotando la madre tierra, asesinando a personas inocentes, persiguiendo a los líderes(as) comunitarios, desapareciendo los cuerpos de semillas de vida y desplazando a las comunidades de sus tierras, en donde con más de 17.000 personas víctimas, los ríos se han convertido en lágrimas y las montañas en sombras de un territorio que grita la atención de un Estado garante de protección.
No obstante, el Estado ha abandonado a esta región, ha sido cómplice de los monopolios económicos y políticos de esta guerra desde una mirada centralista basada en propuestas de desarrollo extractivo que empobrece a nuestra región. Pero, la resistencia de los pueblos negros, indígenas y mestizos ha sido más grande que cualquier conflicto armado, puesto que hemos tenido la capacidad desde nuestras raíces ancestrales de reconstruir la paz y trabajar por la reconciliación, partiendo de entendernos como hermanos, amigos y compadres de un solo territorio, que hemos sufrido la guerra desmedida e indiscriminada, pero, que también somos el apoyo y resiliencia para otros y otras.
En este proceso, la reconstrucción de la paz y reconciliación las hemos realizado de la mano de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Ríosucio, Chocó y la conexión con nuestros ancestros y ancestros, quienes nos han guiado espiritualmente en el fortalecimiento organizativo de los consejos comunitarios y las guardias indígenas, en la búsqueda de la verdad de la ubicación de los desaparecidos, en el reconocer los impactos psicosociales que tuvimos producto de la guerra para sanar y en la recuperación de nuestros territorios colectivos.
El canto, la danza, las acciones colectivas, la incidencia política, las asambleas y la formación nos han impulsado en creer que la reconstrucción de la paz y reconciliación es posible desde los pueblos y para los pueblos, puesto que desde las organizaciones étnicas territoriales que luchan por la protección del territorio como ACAMURI, ASCOBA, CAMIZBA, ASOWOUDACH, ASOAIBA, ASOTECA, ASOCAICA ente otras, hemos luchado por nuestra propia reparación y recuperación de nuestros territorios, reconociendo que somos y seremos semillas de paz y reconciliación en la luchas entre hermanos de mi tierra que a la luz de la palabra anunciamos y denunciamos la realidad del territorio y podamos seguir aportando caminos de justicia social en la construcción de conciencia política de paz organizativa y la reconciliación de la vida en el ser humano, que en medio de la desigualdad seguimos reconciliado entre hermanos, sin perder la esencia que nos enseña la madres naturaleza.
Las organizaciones étnica territoriales que por muchos años hemos acompañados desde la misión claretiana es una repuesta de paz reconciliación en la defensa de la vida y el territorio que por tradición los pueblos negro, mestizo e indígenas hemos tenido al servicio de la vida, la resistencia y el desarrollo de la cultura.
Marcial Gamboa cmf
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