Los agentes del cambio: EEUU, China, EU y
Rusia
Miguel Ángel Velasco
cmf
Miembro del cmfUNteam
No puedo abordar un análisis en
profundidad de la situación de cada una de las zonas, así que daré algunas
orientaciones que, en mi opinión, son las más destacables. Dentro de estos
cuatros “agentes” creo que la Unión Europea y unos EEUU bien orientados,
podrían ser clave.
Los EEUU de América
están, en este momento, en medio de una crisis del COVID-19 que han hecho
brotar la necesidad de revisar problemas internos que parecían superados. El
sistema de atenciones públicas, en concreto en sanidad. El rol del Presidente
de la Unión, como líder de todo un país formado por Estados Federados. La
integración social de los diferentes grupos humanos, especialmente la comunidad
negra y la comunidad hispana. Asegurar al máximo la no corrupción de altos
cargos por parte de intereses de países extranjeros. Abordar un cambio de la
localización de las cadenas de producción para situarlas en Norte América –
Caribe. Retomar el liderazgo en la construcción del mundo multilateral; ha de
sentirse nuevamente como “La ciudad encima de la colina”, pero ahora con
intención clara de diálogo constructivo, fuera de toda imposición. Habrá que
esperar al resultado de las elecciones de noviembre para saber cómo va a
evolucionar todo.
La República Popular China,
está en un momento de transición hacia algún lugar todavía sin especifica
claramente. Tras la desastrosa época de la Revolución Cultural de Mao, los
siguientes Presidentes han querido no caer en algunos errores cometidos por la
URSS. El mantenimiento de la China “comunista” y la China “capitalista” ha sido
un experimento que ha sacado a muchos millones de chinos de la miseria. Pero,
el Gobierno del régimen autoritario chino sigue viendo necesario limitar los
Derechos Humanos, para no desmembrar China.
Existen algunos problemas más. Continúan
las tensiones, con diferentes etnias, en el oeste y en zonas del Himalaya. Los
desequilibrios entre las clases sociales, especialmente entre las zonas del
este y el centro y oeste del país. Las relaciones históricas con Rusia, Japón,
Corea, Nepal, Vietnam, Laos, India, Taiwan, Filipinas, no han sido buenas y
siguen creando muchas incertidumbres y preguntas sobre el futuro. No hemos de olvidar
las humillantes relaciones que, durante los siglos XIX y XX, han mantenido con
Reino Unido, Francia y Holanda; ¿se han olvidado ya, por ejemplo, de las
Guerras del opio? Asegurar el paso por el estrecho de Malaca, por donde pasa la
cuarta parte del comercio mundial en más de 50.000 buques al año; por allí pasa
gran parte del comercio Chino y, en concreto, un gran porcentaje del suministro
de petróleo. Clarificar la lucha por el dominio del sur del Mar de la China: control
de las primeras islas del Collar de Perlas; construcción de bases militares en
pequeñas islas, o arenales, declarados internacionalmente bajo el dominio de
otros países limítrofes. La búsqueda del dominio del Pacífico Norte en contra
de EEUU; una especie de nueva edición de “América para los americanos”, pero
con China y Asia como protagonistas. Todo esto pone un cierto interrogante
sobre las verdaderas pretensiones de China al buscar sustituir a EEUU en las
organizaciones internacionales.
The Economist
La Unión Europea (UE). Pareciera
que la UE se fundó hace muchos años, pero comenzó el 1 de noviembre de 1993. Como
importantes desafíos, actualmente, podemos enumerar: la inmigración; la
división de países Norte-Sur dentro del la Unión; el déficit democrático en
algunos de los países del Este de la UE; la desigualdad social; los “paraísos
fiscales” encubiertos; las orientaciones populistas de algunos partidos; la
necesidad de mirar hacia la otra orilla del Mediterráneo; lograr un mayor
protagonismo del Parlamento y el Consejo de Europa sobre cada país; es decir,
muchos retos, pero quiero centrarme en algo que se ha acelerado a causa del
COVID-19 y que llena de esperanza.
Dicen, los entendidos en Unión
Europea, que sólo se llega al acuerdo en cuestiones determinantes para la UE,
cuando se está al borde del precipicio. Lo cierto es que poner de acuerdo a 27
países sobre cuestiones que tocan la soberanía nacional, no es fácil. En días
anteriores al COVID-19, cuando se celebraba la COP-25 Chile-Madrid, se aprobó
el “Acuerdo verde” (Green Deal) llamado a orientar políticas y fondos
económicos de la UE hacia un horizonte nuevo, basado en: la economía verde no
contaminante; el desarrollo digital; los contenidos sociales de la sociedad del
bienestar. El COVID-19, lejos de hacer olvidar estos objetivos, los ha vuelto a
poner como prioridad para salir de la crisis; serán 750.000 millones de euros
los destinados a ello, teniendo como líneas fuerza: economía, verde,
digitalización, desarrollo social. Algo casi tan importante como el “Green
Deal”, si ponemos la vista en la construcción europea, ha sido el acuerdo
de sobre emisión conjunta de deuda relacionada con los 750.000 millones: la
primera emisión de deuda mutualizada. Con la emisión de Deuda Europea,
se asume, por parte de todos los países de la UE, el gasto y el riesgo de
manera mancomunada. Es la primera vez que todos los países asumen que los
problemas de unos países son de todo el conjunto de la UE, incluso costando
dinero. La UE se va construyendo, además, con el compromiso claro de la
cooperación internacional para el desarrollo. Esperemos que todo se vaya
convirtiendo en realidad.
La Federación Rusa.
El desmoronamiento de la URSS todavía se deja notar. El modelo soviético de
producción programada y autárquico era inviable. Hubiese sido inviable, de todos
modos, después de la desmembración de la URSS y la creación de estados
separados de Rusia, en los que antes se realizaba parte de la cadena de producción
programada. Actualmente, Rusia vive de la venta de sus recursos naturales,
sobre todo gas y petróleo, de la venta de armamento a otros países y de su
producción agrícola y maderera. Tiene un activo importante en el contexto
internacional: su poderío nuclear. Rusia, sigue muy preocupada por mantener sus
fronteras hasta lugares que la hagan imposible de conquistar y por asegurar la
salida a los mares cálidos (Crimea). Ahora, busca también, dominar todo lo que
sea posible el Ártico, lo que le dará acceso a la mayor parte del Hemisferio
Norte. Vladimir Putin ha conseguido cambiar la legislación para hacer posible
su continuidad como gobernante; la tradición zarista de Rusia sigue haciéndose
presente. Quizá la condición de Director de la KGB (1998) de Putin ha
facilitado a Rusia estar muy activa en la red de Internet en la manipulación de
datos. Rusia sigue jugando un papel importante en zonas como Oriente Medio pero
no es económicamente capaz de ser, ni de lejos, la antigua “gran potencia” que
fue. ¿Es el futuro de Rusia un mayor acercamiento a la Unión Europea?, para eso
tendrán que ser socios fiables.
Después de este recorrido,
seguimos diciendo que es imprescindible inaugurar una nueva época en las
relaciones internacionales: multilateral
y basada en las Naciones Unidas. Las zonas catalizadoras que acelerarán la
creación de esta nueva manera de gobernar el mundo han de ser, por ahora,
Europa y EEUU, con la colaboración de China y con el apoyo de Rusia. Habremos
de esperar hasta después de la pandemia para ver cómo evoluciona América
Latina, África Subsahariana, Norte de África, Asia Este y Oeste, Medio Oriente.
En todo caso, las “democracias occidentales”, habrán de tener en cuenta la
diversa manera que tienen las diferentes culturas de entender el mundo, las
relaciones internacionales y los temas internos; por supuesto sin justificar el
incumplimiento de los Derechos Humanos. La
distribución de las vacunas contra el COVID-19, será un buen test sobre la
disposición real de los estados a organizar el mundo de una forma diferente,
más solidaria. Habrá que esperar a que se disipe la niebla del COVID-19.
Miguel Ángel Velasco
cmf
Miembro del cmfUNteam
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