Los «Tres Grandes»
jefes de gobierno en Potsdam, Alemania, alrededor del 28 de julio de 1945. De
izquierda a derecha: El Primer Ministro británico Clement Attlee, el Presidente
de los Estados Unidos Harry S. Truman, el Primer Ministro soviético Joseph
Stalin (EE.UU. C-1861).
¿Ha existido alguna vez el multilateralismo?
Miguel Ángel Velasco
cmf
Miembro del cmfUNteam
Mucho se está hablando
últimamente de multilateralismo. Incluso el Presidente Trump habla de que hay
que dejarlo a un lado por lo pernicioso que es para EEUU. ¿Pero ha existido
alguna vez en la historia el multilateralismo? Lo más seguro es que es algo que
haya que construir, poco a poco, contando con las Naciones Unidas como punto de
referencia.
Resulta extraño escuchar a Donald
Trump, presidente de los EEUU de América, decir que hay que terminar con el multilateralismo
porque va en contra del lema “America First” (Lo primero EEUU). Digo que
resulta raro porque desde el final de la II Guerra Mundial ha sido esta nación,
sustituta de las Potencias Coloniales Europeas, la potencia dominante que ha
organizado el mundo. Organizaciones como La ONU, o las nacidas de Bretton Woods,
fueron promovidas por EEUU; el propósito fue crear un nuevo orden mundial
supervisado por este país. Ya en los finales de la II Guerra Mundial y en los
tratados de Postdam, fue claro que la URSS estaba buscando un camino distinto; estos
dos diferentes caminos darán lugar a la llamada Guerra Fría. El resultado de
esta situación fue la conformación “bipolar” del mundo. Al poco tiempo,
aparecieron un conjunto de países que se llamaron “no alineados”, muy influidos
por URSS y después por China. La presencia del llamado “Tercer mundo” llevó a una
visión de la relación internacional “tripolar”. La caída del Muro de
Berlín (1989) y la desintegración de la URSS trajo como consecuencia el
nacimiento del “unilateralismo”, muy de la mano del “neoliberalismo”.
Esta situación de “unilateralismo¨
está empezando a ver su final con el empuje económico de China en los últimos
años. Pero, nuevamente, el principal protagonista de esta nueva fase es EEUU.
El surgimiento de China, como posible rival de EEUU, comenzó con la visita de
Nixon a China en 1972 y continuó la entrada en 2001, de este país, en la
Organización Mundial del Comercio (OMC). Cierto que EEUU se puede quejar, con
todo el derecho, de que China no cumple con algunas de las reglas fundamentales
de la OMC. En concreto el gobierno chino es el dueño real de las principales
corporaciones del país; su régimen autoritario, permitiría influir
decisivamente en la estrategia de las corporaciones chinas. Quizá EEUU y sus
(entonces) socios europeos, confiaron en que China iba a acoger los Derechos
Humanos, transformándose en una sociedad democrática, con la
internacionalización de sus relaciones económicas; pero ésto no ha sucedido.
Por un lado, podemos decir,
después de este rápido recorrido, que EEUU ha estado, por lo menos desde 1945,
detrás de todas las grandes decisiones estratégicas de nuestro mundo. Por otro,
podemos afirmar que no ha existido propiamente lo que ahora a llamamos multilateralismo
y que no es simplemente un régimen económico liberal o neoliberal, como el
soñado por EEUU (Reagan) – UK (Thatcher) a finales del siglo XX.
El MULTILATERALISMO está todavía
en sus comienzos. La relación entre países-bloques de países, ha de estar
basada en los Derechos Humanos, ha de reconocer las instituciones internacionales
propias de la ONU y ha de tener la Agenda 2030 como guía de trabajo. Tres asuntos
son decisivos para que el multilateralismo avance: conformación de asociaciones
de países, con liderazgo de uno o más, de ellos; reforma de la ONU y sus
agencias; la decisión positiva, al menos, de dos de los tres agentes
internacionales principales, EEUU, China, UE. Podríamos poner una más: que
Rusia se abstenga de intervenir en el proceso a través de manipulaciones en la
red de Internet. ¿Es posible cumplir con estas condiciones?: ¡es necesario!;
mucho más después de lo vivido en la crisis del 2008 y con el COVID-19 actual.
Las Naciones Unidas han de jugar
un papel central en esta nueva etapa de relaciones internacionales. Como el
actual Secretario General, Antonio Gutérres, dijo a The Economist (cfr. vídeo), Las Naciones Unidas han de
celebrar sus 75 años de fundación acelerando cambios en su funcionamiento.
Gutérres ponía el acento en dos factores necesarios para el cambio de la ONU:
la decisión de los estados miembros, sobre todo la decisión de EEUU, China y
Rusia y los cambios internos de la propia organización. Aquí nos centraremos en
algunos cambios internos; los relativos a los países los trataremos próximamente.
Sobre la ONU, Gutérres afirma la necesidad de una disminución de la burocracia
y de un aumento de la transparencia y rendimiento de cuentas. La ONU, es una
organización que atiende, muchos más ámbitos que los propios del Consejo de
Seguridad.
Las Naciones Unidas fueron
creadas para no caer, nuevamente, en catástrofes como las dos guerras mundiales.
Se pasó rápidamente de las negociaciones de paz, a la creación de
organizaciones y agencias que paliasen las consecuencias de las guerras. Poco a
poco el número de “agencias especiales” fue creciendo y se fueron agrupando en
torno a la recién creada ONU. A lo largo del tiempo transcurrido desde la
creación de la ONU han sido multitud las agencias y grupos especializados; todo
este conjunto de consejos y agencias se convino en llamar SISTEMA DE NACIONES
UNIDAS. Invito al lector a consultar el esquema del sistema en el enlace. Es claro que
uno de los problemas que tiene la ONU es la complejidad, dispersión y
desconexión de los Consejos y Agencias que forman el Sistema. No cabe duda de
que La ONU es muchísimo más que el Consejo de Seguridad y que realiza una
ingente labor de PAZ y DESARROLLO en el mundo, pero es necesario modificar su
organización para hacerla más eficaz. Por supuesto que han de abordarse otros
temas como el veto en el Consejo de Seguridad, la financiación, el sistema de
votaciones casi por unanimidad y aumentar la obligatoriedad de las
“recomendaciones” decididas por la Asamblea General para todos los estados.
Los pasos hacia un sistema
multilateral son posibles. Es posible poner en el centro de este nuevo sistema
a las Naciones Unidas renovadas. Pero, ¿cuál es la situación de los países que
han de ser los impulsores del multilateralismo y de la renovación de la ONU?
¿Quieren hacerlo? ¿Pueden hacerlo? Este tema lo dejamos para la siguiente
entrada del bloque.
Miguel Ángel Velasco
cmf
Miembro del cmfUNteam
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