Angel Calvo cmf
Misionero Claretiano
Filipinas suele aparecer en la prensa internacional cuando sucede alguna desgracia natural como los tifones en el país más castigado por estas calamidades, o cuando sucede alún acto terrorista en Mindanao. El conflicto de la isla de Mindanao en el sur del país ha sido uno de los conflictos olvidados del siglo pasado y sigue siendo olvidado en este siglo.
La isla de Mindanao en el sur de Filipinas fue dominada por los Musulmanes un siglo antes de la presencia de los españoles que colonizaron el país y ha mantenido los Sultanatos en el centro de Mindanao y también en las islas cerca de Sabah y Borneo hasta la independencia. Inicialmente fue el Frente Moro de Liberación Nacional /MNLF/ quien articuló la rebelión en contra del gobierno central del Presidente F. Marcos reivindicando su autodeterminación para el pueblo “Moro” como ellos reivindican ahora su identidad musulmana dentro de un país mayoritariamente cristiano.
El Bangamoro –la nación musulmana mora- reclama sus derechos de autodeterminación que reconozca su identidad y poder gestionar su vida social, económica y política dentro del país. El proceso de paz que sigue operando en el país a través de los últimos 45 años y por medio de los diversos presidentes sigue buscando una fórmula política que satisfaga las reivindicaciones de la comunidad musulmana después de la intensa conflictividad que ha sufrido durante estos últimos años .
Primero fue el acuerdo con el grupo original del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN) que firmó un acuerdo con el gobierno filipino el año 1996 y que gestionó por varios años el gobierno de la Región Autónoma creada por el gobierno central como consecuencia de esta rebelión. Recientemente el Frente Islámico, con una ideología mas Islamista que se escindió del original MNLF, ha firmado también un Acuerdo Marco de Paz (FAB) en 2012 con el gobierno del Presidente Aquino III que consiste en la creación de una estructura política que reemplace a la Región Autónoma (ARMM). Esta fórmula en principio aprobada por la administración del presidente Duterte debe ser discutida y aprobada por el Parlamento – Estatuto del Bangsamoro- “Bangsamoro Basic Law” para ser efectivo dentro de la propuesta de reforma de la constitución hacia unos estados Federales que propone el Presidente.
Durante todo este periodo de rebelión musulmana en Mindanao la radicalización de la población musulmana es un hecho constatado. La búsqueda de soluciones en medio de la violencia y la rebelión se ha visto muy influenciada por la influencia islámica del “Revivalismo” internacional y han aparecido grupos mas radicales de influencia Wahabista con integrantes frustrados con el curso de la rebelión del Bangsamoro.
Los grupos mas extremistas son en este momento el grupo Abu Sayyaf )ASG) en Basilan y Sulu, Dawla Islamiyya compuesto por los hermanos Maute en Lanao del Sur y el Bangsamoro Islamic Freedom Fighters- BIFF) en Maguindanao. Estos grupos han sabido capitalizar las frustraciones de los jóvenes sobre la cultura occidental y secular dominante y por otra parte la persistente marginación sociocultural, histórica, política y económica que sufre la región musulmana de Mindanao. La mayoría de los lideres religiosos musulmanes ven una evidente incongruencia entre los objetivos supuestamente nobles o elevados de estos grupos radicales y su ideología violenta y de acciones criminales.
Entre otros elementos destacan la articulación de reclutadores extremistas violentos, el uso de espacios religiosos tradicionales para sus actividades de reclutamiento y la utilización de actividades religiosas para el adoctrinamiento y entrenamiento marcial, así como la generosa provisión de incentivos en efectivo al momento del reclutamiento. Otro elemento de reclutamiento es para buscar venganza por los familiares asesinados. El sentimiento de venganza de clan (Rido( en estas zonas de Mindanao todavía es muy profundo.
El movimiento de Abu Sayyaf que ha sido determinante en esta zona de Basilan y Sulu desde los años ‘90, estuvo afiliado con el movimiento Al-Qaida y otros movimientos del sudeste asiático como Jemaah Islamiya al-Harakatul, y recientemente ha expresado abiertamente su apoyo al Daesh en su aspiración de establecer estados islámicos en todo el mundo.
Durante los últimos 25 años han cometido atrocidades y atentados terroristas en estas comunidades, multitud de secuestros, entre otros a varios misioneros, filipinos y extranjeros, y algunos asesinados como el caso del obispo de Joló, Mons. Benjamín de Jesús.
La experiencia del asedio militar sufrido en la ciudad de Marawi en el centro de Mindanao – una ciudad denominada históricamente como la “ciudad Islámica- que ha durado mas de cinco meses con un resultado trágico de más de 1000 muertos entre fuerzas del gobierno y civiles y mas de 600 rebeldes. La resistencia ha sido una combinación de fuerzas del grupo Abu Sayyaf – Isnilon Hapilon líder del grupo ASG de Basilan que se ha proclamado “emir” de todas las fuerzas del Estado Islámico de Filipinas, junto con los rebeldes hermanos Maute y con políticos envueltos en el tráfico de drogas y algunos caracteres islámicos venidos de otros países sobre todo de Malasia e Indonesia.
La amenaza del Estado Islámico en Mindanao sigue siendo una amenaza constante debido a grupos islamistas radicales que se mantienen con el apoyo de varios grupos radicales, así como a través de los continuados secuestros. Filipinas es un blanco particularmente tentador porque ha estado estrechamente aliada con Estados Unidos, que ha destinado en la zona de Mindanao tropas estadounidenses desde 2001 para frenar Al-Qaida y otros grupos semejantes como el Abu Sayyaf. Recientemente el Jefe Mayor del Comando militar que controla las operaciones de seguridad de Mindanao declaraba que todavía existen más de 50 terroristas islámicos extranjeros reclutando y entrenando para atacar las ciudades de la región.
En este sentido cobra un significado aún más vital el dinamismo del diálogo interreligioso de acercamiento y harmonía, intentando curar las heridas que sufren todas las comunidades a causa de la violencia así como la división causada por las injusticias históricas en ambas comunidades. La solidaridad interreligiosa va ganando terreno en esta situación compleja de Mindanao. Están surgiendo varios grupos interreligiosos de dialogo y solidaridad como nuestra organización de PAZ (Peace Advocates Zamboanga) junto al movimiento Interreligioso de Solidaridad por la Paz compuesto de miembros de la comunidad Musulmana y cristiana – Protestante, Evangélica y Católica- asi como de los grupos indígenas, que siguen trabajando para forjar una mayor solidaridad religiosa y civil entre musulmanes y cristianos.
Angel Calvo cmf
Misionero Claretiano
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