Hoy… ¡más temprano!… a las 9 de la mañana. Después de unos días de estar participando de los eventos paralelos casi en exclusiva, quise comenzar una participación en los grupos de Observadores oficiales (Stakeholders). La Sociedad civil se ha ido haciendo más y más importante, cada año, en la vida y reflexión de las Naciones Unidas. Estuvo presente en “los alrededores” de la Cumbre climática de Río de Janeiro de 1992 que, precisamente, decidió la creación de la COP; pero el impulso definitivo se lo dio el proceso que, desde la cumbre Rio+20, nos llevó a la aprobación de la Agenda 2030. Los sistemas de reflexión y de toma de decisiones de unas Naciones Unidas con decisiones secretas, a puerta cerrada, tomadas sólo por los políticos, habían dejado de funcionar. Era la hora de abrir las puertas a la Sociedad civil y a lo que sucedía fuera de los despachos; ¡abrir las puertas y ventanas al mundo!, para conocer de primera mano lo que realmente quiere y necesita la humanidad. 

Los grupos que están reconocidos dentro de los Observadores oficiales de la UNCCC (UN Climate Change Conference) y paralelamente en la COP (COnferencia de las Partes firmantes del Acuerdo marco de ONU sobre el cambio climático), son los siguientes: Empresa-Industria, ONG ambientales, Agrupaciones de investigadores-Universidades, ONG Independientes, Sindicatos. Jóvenes, Mujeres, Pueblos indígenas, Organizaciones locales y Agricultores. Esta mañana he estado en el grupo del que formo parte, el RINGO (Research and Independent Non-Governmental Organization); allí nos presentamos todos muy brevemente y nos anunciaron los eventos más interesantes para el día; uno de ellos, a las 12, con la Presidenta del COP25, Carolina Schmitz, Ministra de Medio ambiente de Chile. El diálogo duró más de una hora y fue absolutamente abierto y libre entre los que estábamos allí presentes y la Presidenta. Muchas cuestiones interesantes sobre la importancia de la mujer o el Artículo 6 de la Cumbre de París pero, sucedió algo que tendría que hacernos reflexionar. Uno de los intervinientes, el primero de todos, representante de asociaciones chilenas, recriminó al Gobierno chileno, en la persona de la ministra allí presente, las acciones contra los Derechos humanos llevadas a cabo estos días en las calles de Chile; pero llegó más allá, al preguntarse por el sentido de ciertas cosas. ¿Cómo podía ser que el Gobierno chileno que está tratando así a un pueblo que se queja de un modelo productivo inviable y deshumanizador que degrada el medio ambiente puede presidir una cumbre como ésta?

No quiero entrar a juzgar el comportamiento del Gobierno chileno, pero sí ha hacer caer en la cuenta, nuevamente, de que hablar de la degradación del medio ambiente es hablar de un modelo productivo que daña no sólo la materialidad del planeta sino a todos los seres que viven en él. Nuevamente la Ecología integral. Nuevamente la complejidad en la que necesariamente tenemos que introducir todo lo relativo al cambio climático si no nos queremos quedar simplemente con lo material y utilitarista. Nuevamente con la “cultura del descarte” porque, si no ponemos en el centro al hombre, al que Dios pide que continúe su creación cuidándola, caemos nuevamente en el error que queremos evitar.

El otro evento importante del día ha sido la manifestación en Madrid con el lema principal “El mundo se ha despertado a la emergencia climática”. En la manifestación de esta tarde en Madrid estábamos muchos de los presentes en las zonas Azul y Verde de la COP25, niños, jóvenes, mayores, universitarios, doctores, trabajadores del metal, servicio doméstico, católicos, budistas, musulmanes…, es decir, la Sociedad civil. En este caso en una desorganización-organizada; en. La COP25 en una organización-organizada. ¡Que sepamos valorar los Signos de los tiempos y curarnos los restos de escepticismo que aún nos quede!

Miguel Ángel Velasco cmf