Descubrir que soy ciudadano del mundo
Una aventura educativa. ODS 4
- Miguel Ángel Velasco cmf
- Doctor en Ciencias de la Educación
- Licenciado en Teología Sistemática
- Master en Desarrollo y Diplomacia
A estas alturas del mes de abril, pasada ya la semana Santa del año 2023, estoy concluyendo mi docencia como profesor de Religión del segundo curso de bachillerato, en el Colegio Claret de Madrid. Me pidieron en septiembre de 2022, hacerme cargo de esta aventura educativa, con alumnos de 17 y 18 años en el año previo a la universidad. Durante los tres años anteriores formé parte del Equipo de Misioneros Claretianos ante las Naciones Unidas, el último de los cuales transcurrió en Nueva York en torno a la sede de la ONU en esa ciudad. El presente artículo presenta la experiencia de enseñanza-aprendizaje tenida este curso 2022-2023.
Planteamiento de la experiencia
El curso segundo de Bachillerato del Claret de Madrid cuenta, en el año académico 2022-2023, con dos secciones de Ciencias, dos de Letras y una de Artes; la diversidad de intereses de alumnado estaba asegurada. En la actual regulación educativa española de la Comunidad de Madrid, la asignatura de Religión tiene adjudicada una hora a la semana; con calificación académica, pero sin incidencia en la nota de acceso a la universidad. Según el currículo aprobado por la Conferencia Episcopal Española, la asignatura de Religión de segundo de bachillerato ha de centrarse en la responsabilidad y el compromiso de los creyentes católicos en la sociedad.
He querido ofrecer a los alumnos de Segundo año de Bachillerato, un desarrollo curricular de la asignatura de Religión, que aunase mi experiencia en las Naciones Unidas, con el compromiso social de los católicos. Ha sido una oportunidad de abrir a los alumnos de segundo de bachillerato a considerar los problemas de nuestro mundo global y a cómo los católicos debemos colaborar en mejorarlo. El título del curso fue: “Ciudadanos del mundo: Comprometidos en la construcción de un mundo mejor”.
El momento evolutivo en el que están y el momento mundial en el que estamos
Introducir a un grupo de alumnos en el final de su adolescencia, muy definida por la búsqueda de la identidad personal y en grupo, en cuestiones relacionadas con la globalidad, no es fácil. Sus intereses se centran, más que en otros momentos del desarrollo de la historia personal, en lo que viven, sienten y quieren, relacionado prioritariamente con su entorno más inmediato. ¿Por qué introducir cuestiones como la Ciudadanía global en el currículo de enseñanza? La respuesta es simple: van a comenzar una etapa de su vida, en la universidad y en el trabajo, en la que su mente y sus experiencias vitales se van a abrir a lo internacional, a lo “global”.
No es sólo que su pequeño mundo de relaciones interpersonales se va a ver desbordado por una ingente cantidad de novedades relacionadas con la universidad, sino que se van a abrir al mundo, propiamente dicho. Las conexiones internacionales son cada vez más estrechas, en un mundo cada vez más interconectado y, cada vez, más interdependiente. Es imprescindible que los alumnos salgan del colegio con una preparación inicial para lo que les va a sobrevenir; además, es necesario que tengan la conciencia de que han de ser protagonistas de los cambios hacia un mundo mejor. Este planteamiento ha de ser vivido desde el compromiso cristiano por la acción transformadora de la realidad; la Doctrina Social de la Iglesia es una guía excelente para este tipo de compromiso cristiano, en concreto las encíclicas Laudato Si y Fratelli Tutti, del Papa Francisco.
Los objetivos, el desarrollo y los contenidos
Los objetivos de la asignatura, respecto a los alumnos fueron:
- Abrirles a la compleja realidad de las relaciones internacionales globales.
- Presentar las principales respuestas que la comunidad internacional ha dado en la búsqueda de construir un mundo más justo y en paz.
- Presentar las respuestas que, desde las religiones, especialmente desde la Cristiana-Católica, se han dado para construir un mundo más fraterno.
- Ofrecer un conjunto de planteamientos, proyectos y organizaciones desde los que colaborar con personas de otros credos, confesiones e ideologías en la construcción de un mundo mejor.
- Presentar la urgencia, desde su fe, de sentirse y ser efectivamente ciudadanos responsables de la construcción de un mundo en paz, más justo y más fraterno.
El primer trimestre, prácticamente la mitad de las sesiones del curso, las dediqué a construir un marco de referencia en el que introducir las respuestas adecuadas y erróneas que la sociedad internacional ha dado en estos dos últimos siglos. El formato fue de clases expositivas basadas en presentaciones de PowerPoint, vídeos y diálogo con los alumnos. Tomé el Siglo XX como base de reflexión, porque este siglo nos ha dejado una herencia muy rica de aciertos, errores, instituciones, documentos, proyectos e instituciones. La segunda parte del curso la abordamos desde el estudio y presentación por grupos de la Agenda 2030 siguiendo las agrupaciones de ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) correspondientes a Persona, Planeta, Progreso, Paz y Partenariado. El papel de las religiones y las orientaciones católicas sobre el compromiso por un mundo en paz y fraternidad, se presentaron como temas monográficos o haciendo referencias y aplicaciones concretas para los temas tratados.
Los materiales didácticos fueron vídeos, presentaciones de PowerPoint, artículos escritos, textos oficiales de Naciones Unidas, Agenda 2030, Derechos Humanos, Laudato Si, Fratelli Tutti y Vaticano II.
La evaluación de los alumnos se realizó a través de trabajos escritos individuales y de grupo, así como a través de las presentaciones realizadas por los grupos de trabajo creados al efecto.
Los bloques de contenido fueros los siguientes:
- Análisis de la realidad internacional
- Los retos del mundo en la actualidad
- Raíces históricas de la situación actual en el Siglo XX
- Las posibles respuestas a los retos
- Respuesta de la Iglesia del Siglo XXI
- Encíclica Laudato Si
- Encíclica Fratelli Tutti
- Respuestas globales a los retos globales
- El Concilio Vaticano II
- Las Naciones Unidas
- Declaración Universal de los Derechos Humanos.
- Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible
- Personas
- Planeta
- Progreso
- Paz e instituciones
- Partenariado
Conclusión y valoración
Hemos podido disponer de unas 25 sesiones de Religión: “Ciudadanos del mundo”, a lo largo de este curso académico. Han sido en torno a 150 alumnos en cinco secciones, cada una de las cuales ha sido diversa en razón de sus opciones de Bachillerato y de la composición humana de cada uno de los grupos. Los que hayáis sido o seáis en este momento docentes, sabéis bien a qué me estoy refiriendo. Cada uno de los grupos ha seguido, un poco, su camino y en cada uno de los grupos el docente, en este caso yo, ha tenido que adaptar el contenido y la forma a los intereses y tipo de alumnado; en bastantes ocasiones ha tenido que ser una atención muy personalizada. La valoración, por tanto, es una “impresión promedio” de lo conseguido respecto a los objetivos.
He repetido muchas veces a los alumnos que lo que pretendo quede grabado en sus mente es que, como creyentes católicos, tenemos sentir la llamada a Dios a comprometernos, con otros, en la construcción de un mundo más justo y fraterno. A veces, cuando utilizamos la expresión “compromiso con el mundo”, entendemos un compromiso con el “mundo cercano”. Creo que, después de estas 25 sesiones, los alumnos comprenden que la expresión “el mundo” está haciendo referencia a los 8.000 millones de personas de la humanidad en 2023, a todos los países del planeta tierra, a todas las religiones y a todas organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil. Especialmente los laicos católicos están llamados a tomar parte en esta increíble aventura de hacer este planeta no sólo más habitable, sino en hacer de él una familia. Los alumnos de segundo de bachillerato del Claret de Madrid, del curso 2022-2023, no lograrán cumplir este objetivo, pero es importante saberse parte de ese grupo de personas que, siguiendo a Jesús, Camino, Verdad y Vida, quieren desgastarse en hacerlo posible.
Miguel Ángel Velasco cmf
0 comentarios