Un espacio abierto de diálogo entre la fe y la cultura cubanas
Miguel Fernández Fariñas, cmf
Director del Centro.
Mirtha Clavería Palacios
Directora ejecutiva
El Salón de Arte Religioso comenzó su camino en el año 2000. Los PP. Faliero y Carlomán eran conscientes de que en la sociedad se había instalado el desconocimiento del cristianismo, incluso como acontecimiento histórico-cultural, en las nuevas generaciones de artistas de la plástica, lo cual les impedía apreciar, comprender y emplear con profundidad la inmensa riqueza de códigos y símbolos que el cristianismo ha aportado a la Historia del Arte.
Una pequeña historia sobre el Salón de Arte Religioso
Por consiguiente, la convocatoria tenía necesariamente que garantizar una formación mínima para que los artistas pudieran interpretar el texto bíblico a fin de plasmarlo en sus obras. Así se concibió y se llevó a cabo un taller diseñado especialmente para cada tema, en el que se les entregó la Biblia, se les enseñó a usarla y se impartió el tema convocado. Esta práctica se realizó entre los años 2000 y 2006 (o sea, para los primeros siete salones). El Sexto y el duodécimo Salones (2005 y 2011) tuvieron como tema “La Virgen de la Caridad de El Cobre, Patrona de Cuba”. Después el tema fue declarado Libre, salvo en el XIV (Año 2013): “Lo cristiano en la fe de los cubanos”, y en el XVII (Año 2016): “Ecología, Arte y Religión”. Todos los talleres para los artistas de la plástica fueron impartidos por el P. Emilio Gómez Jaramillo, CMF, excepto el del XVII Salón, cuyo taller fue impartido por el P. José María Vigil, CMF, en El Cobre.
A medida que el Salón fue ocupando un lugar en el contexto cultural de la ciudad, se fue expandiendo su alcance en cuanto a las manifestaciones convocadas, la edad de los participantes y la extensión geográfica de la convocatoria, hasta llegar a tener alcance nacional.
Es importante agregar que diferentes instituciones cubanas y extranjeras, con jurados constituidos por personalidades eclesiales, del mundo de la plástica y la cultura en general –sacerdotes, profesores universitarios, especialistas, críticos, artistas, funcionarios de entidades culturales, etcétera –, se incorporaron al quehacer de los SAR, otorgando premios colaterales según los perfiles de sus entidades, lo que enriqueció y dio mayor legitimidad y peso a las exposiciones y concursos (salones), a la vez que motivó y estimuló a los artistas participantes. Y por otro lado, en algunos “salones” se han presentado obras de artistas invitados o exposiciones colaterales, con el fin de enriquecer la proyección creativa de los concursantes noveles, jóvenes e inexpertos pero talentosos y prometedores.
La exposición permanente e itinerante
Junto a la idea de convocar un Salón de Arte Religioso, estaba la de contar con un fondo de obras que quedaran como patrimonio de la galería del Centro Cultural, de la Arquidiócesis, de la ciudad. De ahí que los premios del Salón tuvieran el carácter de adquisición. Gracias a ello la Galería de Arte San Antonio María Claret de Santiago de Cuba cuenta en la actualidad con un rico patrimonio en el campo de las artes visuales. La Galería abarca obras de artistas procedentes de diferentes provincias del país y con una gran variedad en estilos, códigos, técnicas y soportes. Fondo que se ha incrementado, entre otras vías, porque algunos de los premios colaterales adjudicados también se quedaron en el Centro, y por donaciones de algunos artistas.
Es importante añadir que, paralelamente a la convocatoria de los Salones de Arte Religioso, entre los años 2003 y 2006 se organizó un Salón de Navidad (haciendo un total de cuatro). Aunque el carácter de los premios no contemplaba la categoría de adquisición, algunas de las obras premiadas fueron donadas por sus autores.
No se trata solamente de lo que en el orden cuantitativo y cualitativo ha logrado atesorar el Centro. El componente evangelizador de este diálogo entre fe y cultura no se ha limitado a abrir espacios, a acoger, a proyectar las actitudes propias de una tarea emprendida en el difícil terreno de la cultura. Espacios de expresión libre, a veces, no fáciles de encontrar en la isla.Tampoco se ha limitado a custodiar y almacenar las obras adquiridas. En los últimos años, con este fondo patrimonial atesorado, se ha ido desarrollando un componente misionero, peregrino. El fondo de la galería San Antonio María Claret ha salido de su entorno, ha viajado y ha dado respuesta a solicitudes concretas de entidades eclesiales y civiles. También aquí se ha hecho un camino, pues hasta la fecha se han realizado diez Salones Itinerantes de Arte Religioso en las ciudades de Guantánamo, Holguín, Camagüey, Matanzas y La Maya, así como en el Centro de Artes Plásticas y Diseño de Santiago de Cuba.
En el año 2020 se pospuso el XXI Salón a causa de la pandemia de covid-19. Ahora, en el año 2021, se libró nuevamente esta convocatoria y la respuesta de los artistas ha sido tan escasa, que ha sido necesario suspender nuevamente esta edición del Salón. PERO, cuando ya estábamos desanimados, dos artistas premiados en salones anteriores (Luis Antonio Rivero Ramos y Reinaldo Pagán Ávila) le propusieron al Centro que, “para que no muriera la motivación hacia el arte religioso en diciembre”, se hiciera una exposición bipersonal con obras de arte religioso realizadas por ellos mismos. Ahora iban a ser ellos, los artistas, los que mantuvieran la tradición que durante 22 años ha instalado en esta ciudad el Salón de Arte Religioso del Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret de Santiago de Cuba.
El Centro también ha organizado más de 50 Exposiciones personales, bipersonales, tripersonales y colectivas, de reconocidos artistas de la plástica y la fotografía. A partir del año 2004 comenzó esta experiencia, que propició un contacto más estrecho entre nuestros artistas y especialistas locales con prominentes creadores como Julia Valdés, Arturo Montoto, Agustín Bejarano, Eduardo Roca (Choco), Sandra Ramos, Rubén Alpízar, Carlos René Aguilera, Carlos Guzmán y, más recientemente, Tomás Sánchez.
También en este camino, y con el propósito de contribuir a enriquecer a los artistas y especialistas en la apreciación del mensaje teológico contenido en las obras de arte, se promovió con incuestionable éxito la primera Semana de Arte Sacro, un ciclo de conferencias sobre el tema El arte como “lugar teológico” en la Historia del Arte Sacro. El patrimonio artístico e histórico de la Iglesia desde el paleocristiano hasta el siglo xx, impartido por el P. José Francisco García Gómez, profesor de la Universidad San Dámaso, de Madrid.
Estos son sólo algunos de los pasos que ha dado el Centro Cultural y de Animación Misionera San Antonio María Claret en un diálogo con el mundo de la cultura que ha dado -está dando- muchos frutos.
Todavía asombra la audacia apostólica de aquellos dos misioneros claretianos que, en circunstancias tan difíciles, en medio de la más pesada oscuridad, lanzaron la propuesta de un proyecto ambicioso y hasta “temerario”. Pero el Señor, que es quien hace definitivamente las cosas, es quien tiene la última palabra.
No sería justo concluir este artículo sin mencionar a quienes durante años han sostenido o apoyado este proyecto. En primerísimo lugar, ADVENIAT, cuyas contribuciones han sido la savia nutricia que le ha dado vida: para esta institución siempre tendremos un corazón agradecido. Tampoco podemos dejar de reconocer el apoyo de PROCLADE Canarias, PROCLADE Centro y PROMICLA, ésta última de la Delegación Claretiana Independiente de Las Antillas. Por todos y para todos, nuestra oración al Padre. Ellos han sido esa mano tendida con la cual el Señor ha dado respuesta a aquella aspiración de dos misioneros claretianos que, a fines del pasado siglo, soñaron y pusieron en marcha una lectura contemporánea de lo que fuera en su momento la Academia de San Miguel.
La voz de amigos del CCAM: dejando hablar a los artistas
Nosotros, como parte del CCAM, hemos contado nuestra historia. Ahora cedemos la palabra a algunos amigos (artistas, especialistas y público) que a lo largo de estos años han dejado plasmadas sus opiniones.
“Sigue siendo este un salón donde me siento como en casa, eso comentábamos siempre entre nosotros. Miguelón [un artista multipremiado en los SAR, fallecido] y yo: ‘Este es un salón donde nosotros hemos de participar’. Gracias al Centro Cultural”. Calixto A. Fernández Despaigne (Alfe), pintor santiaguero. XIV SAR, 2013.
“Gracias a todos por tan encomiable labor en defensa y rescate del arte, gracias además por el intento feliz de un ARTE y FE en una misma propuesta”. Dashiell Hernández Guirado, pintor camagüeyano. Primer Premio en el XIV SAR, 2013.
Santiago de Cuba, 17 de enero de 2022
Miguel Fernández Fariñas, cmf
Director del Centro.
Mirtha Clavería Palacios
Directora ejecutiva
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