Prensa latina
La ONU y el ECOSOC ante un reto histórico
Miguel Ángel Velasco cmf
Cmf UN Team
El martes 7 de julio comenzaba el Foro político de alto nivel (HLPF en sus siglas en inglés), con la intervención de la noruega Mona Juul, presidenta del ECOSOC. El título y subtítulo de su intervención nos ponen en sintonía con lo que ha sido esta primera semana del foro. El título fue: “Lanzando una década de acción en tiempos de crisis: poniendo el foco en los ODS mientras combatimos el COVID-19”.
Esta edición del HLPF estaba diseñada para realizar un relanzamiento de la Agenda 2030, tras la revisión del año pasado, y con motivo del 75 aniversario de la fundación de las Naciones Unidas. Al final del encuentro del año pasado y hasta el mes de enero de 2020, todo sonaba a nuevo impulso de la Agenda y a renovación de estructuras, tanto de la ONU como del ECOSOC. No podemos decir que el COVID-19 haya detenido los impulsos de renovación, pero sí ha reducido la velocidad del impulso. El HLPF se está realizando, casi en su totalidad, a través de reuniones virtuales. Esta nueva modalidad, si bien representa la decisión inequívoca de seguir adelante, no deja de representar un grado menor de intensidad a la tenida años anteriores cuando los diálogos eran presenciales.
La revisión de la marcha de los ODS de la Agenda 2030 se ha realizado este año, desde la perspectiva del COVID-19; es decir, preguntándose cómo está incidiendo y va a incidir el Coronavirus en la consecución de cada objetivo. Los análisis han sido coincidentes: mucho de lo que se había ido logrando, con mucho esfuerzo, en la lucha contra la desigualdad social, se va a ver afectado muy negativamente. Niños y adolescentes han tenido que dejar de asistir a las escuelas; millones de trabajos, formales e informales, se han perdido; la crisis sanitaria con cientos de miles de muertos e infectados por el COVID-19; hambrunas incipientes y “por venir”, etc. Podría seguir enumerando todos y cada uno de los ODS2030; todos han sido afectados. Estamos ante una tragedia de carácter mundial que se concreta en cada país y en cada persona.
Ante esta situación catastrófica, los diálogos, presentaciones y seminarios, tenidos durante esta semana, respondían de una forma unitaria: el camino para superar esta crisis mundial viene de la mano de lo recogido en la Agenda2030. El desafío es de carácter global y la respuesta ha de tener carácter global, como lo es la misma Agenda. Dicho esto, queda un segundo punto que podemos encontrar recogido en los ODS 10 y 17: es necesario actuar decididamente contra las desigualdades dentro de cada país y entre los países y, para esto, es necesaria la colaboración internacional. El multilateralismo aflora, nuevamente, como el único camino viable; pero el multilateralismo despende de la voluntad de cada uno de los países para construirlo y darle forma efectiva.
Terminamos la primera semana y, mañana lunes comenzamos la segunda. El segundo periodo de reuniones será protagonizado por los informes voluntarios de cada país (VNR) sobre la implantación de la Agenda; ya se comenzaron el viernes con los correspondientes a Armenia, Samoa, Ecuador, Honduras y Eslovenia.
Esperaremos, como todos los años, a las conclusiones del HLPF-VNR, pero este año habremos de esperar algo más. El mundo entero, por países y zonas, está en medio del shock provocado por el COVID-19. Hasta que no se disipe el desconcierto provocado por esta guerra, no sabremos cómo se reorganiza de verdad el mundo; estamos, en medio de la niebla, subiendo una gran montaña. Confío en que la tan trabajada en la Agenda 2030 y la multilateralidad propia de la ONU, sean la respuesta que encontremos en la cima.
Miguel Ángel Velasco cmf
Cmf UN Team
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